Juguetes educativos, claves para aprender a través del juego
Durante la infancia los seres humanos desarrollan la mayoría de sus capacidades físicas y cognitivas. Para que un niño tenga un desarrollo integral son importantes diversos factores que van desde la alimentación, relaciones afectivas hasta el juego.
Se ha determinado que en sus primeros años los niños pasan más del 60% de su tiempo jugando y de esta forma comienzan a relacionarse con su entorno. En este sentido, la UNICEF ha determinado que jugar unos 15 minutos, estimula miles de conexiones cerebrales en los pequeños, lo cual los ayuda a desarrollar su habilidad lingüística y su motricidad, entre otras.
Los niños pueden jugar con distintos objetos que ayudan a estimular su creatividad y sus habilidades, pero los más adecuados son los juguetes diseñados para ellos. Estos son conocidos como juguetes educativos y su uso estimula el aprendizaje de los pequeños.
¿Qué es un juguete educativo?
Este es un juguete que ha sido especialmente fabricado para estimular una habilidad particular en los niños. Algunos trabajan más habilidades como la coordinación física, mientras que otros abordan capacidades cognitivas como el razonamiento lógico o el lenguaje.
Los juguetes educativos o didácticos se empezaron a diseñar en España durante los años 20, con la finalidad de estimular el aprendizaje formal en la escuela. Posteriormente han ido evolucionando y se han enfocado en desarrollar diversas habilidades tanto emocionales, como físicas y cognitivas.
De esta manera, hay juguetes educativos que sirven para mejorar las habilidades matemáticas o para facilitar un método de aprendizaje particular. Así, se refuerza al juego como un medio para que el niño aumente sus capacidades así como sus relaciones sociales.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar juguetes educativos?
Este tipo de juguetes ha mostrado ser muy beneficioso en el desarrollo infantil y es utilizado por docentes y padres para que los niños adquieran conocimientos y habilidades. Entre algunos de los beneficios que trae su uso están:
- Mejoran la capacidad de concentración y observación de los pequeños.
- Los ayudan a tomar sus propias decisiones para resolver problemas.
- Contribuyen a aumentar el uso de la imaginación y la creatividad.
- Desarrollan habilidades motrices y de coordinación.
- Ayudan a que los niños respondan de forma más positiva a las interacciones sociales.
- Contribuyen a desarrollar la disciplina, perseverancia y responsabilidad.
¿Cómo utilizar los juguetes educativos?
Cuando seleccionas los juguetes de tus hijos, quieres que estos les brinden seguridad, que sean divertidos y los ayuden en su crecimiento físico y emocional. Y tal como nos dicen en este artículo de ElProgreso.es, a través del juego es como los niños experimentan y viven el mundo a su alrededor.
Por tanto, al momento de seleccionarlos, debes tomar en cuenta tanto que sean adecuados para su edad como que sean llamativos. Al utilizar juguetes educativos que favorezcan los procesos de aprendizaje en el niño, es conveniente considerar lo siguiente:
Seleccionar el juguete según la edad del niño y sus habilidades
Este tipo de juguetes tienen retos o actividades que están especialmente pensadas para distintas edades. Si le das a un niño un juguete muy avanzado para su edad, puede sentirse frustrado al no poder resolver los retos que le plantea y si es muy sencillo, lo aburrirá rápidamente.
Por otra parte, revisa que el juguete que elijas se enfoque en la habilidad que quieres trabajar con el pequeño en cada momento. Hay algunos que trabajan la motricidad o los sentidos como los móviles y gimnasios para bebés, mientras que otros se enfocan más en aspectos como la coordinación o el razonamiento lógico para edades más avanzadas.
Permitir que el niño juegue con libertad
Una buena forma de utilizar estos juguetes es dejar que el niño los explore por sí mismo y establezca sus propias reglas de juego. Así, le permites que tome sus propias decisiones y es capaz de aprender de sus propias experiencias, para lograr conseguir resolver un problema o conflicto.
Siempre debes supervisar al pequeño durante el juego y puedes guiarlo y participar en la actividad, pero sin forzarlo a hacer las cosas a tu manera. Igualmente, permite que experimente con otros juegos que no impliquen siempre un juguete educativo, a fin de que pueda ejercitar su imaginación.