La relación entre la psicología y el póker
¿Te has dado cuenta lo tranquilos y relajados que parecen los jugadores de póker? Por fuera los vemos serenos, aunque dentro de ellos todo sea un manojo de nervios. Dominan tan bien sus emociones que será muy raro que veas una manifestación de ansiedad, de nerviosismo, de frustración… a veces, incluso la alegría tras ganar puede llegar a resultar contenida.
Esto es así porque los jugadores de póker tienen un dominio casi absoluto sobre sus emociones, y esto es algo que les beneficia dentro y fuera de las mesas de juego. De hecho, existe una fuerte relación entre la psicología y el póker, como señalan en este artículo de Howard-Bison, y vamos a destacar nosotros también.
Hay que entender la mente humana
En el póker cara a cara tienes a tus rivales delante y puedes ver y analizar con detenimiento su cara y su lenguaje corporal. Cuanto más sepas sobre la mente humana, más fácil te resultará reconocer si estás en presencia de alguien que está muy nervioso pero quiere aparentar no estarlo, o de un jugador que se siente especialmente frustrado porque no está teniendo suerte con las manos que le han tocado.
En el póker, no lo dejamos todo en manos del azar. Una mano no demasiado buena te puede conducir hasta la victoria si sabes “leer” a tus rivales e incluso manipularles, para que crean que estás en un punto totalmente diferente a aquel en el que te encuentras realmente.
Estudiar un poco de psicología te ayudará a conocer mejor los sentimientos y a detectar ciertas conductas, y así podrás aprovecharlo a tu favor.
Necesitas mantener el control
Está bien observar a los demás, pero piensa que ellos también están haciendo lo mismo contigo. Es bueno que no parezcas nervioso, descontento o frustrado, pero es todavía mejor que no lo estés realmente.
Si no tienes ningún tipo de ansiedad, no vas a tener que disimularla. Pero para lograr esto tienes que tener un amplio conocimiento sobre ti mismo y un gran dominio sobre tus emociones. Saber qué es lo que te pone en el disparadero, y también qué es lo que te ayuda a calmarte.
Técnicas utilizadas tradicionalmente en la psicología como la meditación o el mindfulness te ayudarán a centrarte en cada momento en lo que estás haciendo. Porque cuando tienes que enfrentar una mano importante no puedes estar pensando en tus problemas del trabajo, o en lo nervioso que te sientes por ese torneo, o en la discusión que has tenido con tu pareja. Por eso, tienes que aprender a “dominar” tu mente y mantenerla bajo control. Cuanto más concentrado estés, mejor te podrás centrar en el juego y más difícil será para los demás leer tus emociones.
Controla los impulsos
No se trata solo de tener las emociones bajo control, también debes hacerlo con los impulsos, y esto no siempre es sencillo. ¿Cómo no subir la apuesta cuando tienes una buena mano? ¿Cómo retirarte justo cuándo parece que está comenzando tu racha de suerte?
El póker es un juego y, como tal, está hecho para disfrutar. Si pierdes el control de tus impulsos puedes caer en conductas de adicción que harán que todo lo bueno que te reporta este juego desaparezca de tu vida.
Por eso, una de las primeras cosas que debe hacer un jugador de póker es aprender a controlar sus impulsos a todos los niveles. Saber cuándo debe aplicar cada estrategia, no dejarse presionar por los demás, y tomar sus decisiones sin tener en cuenta al resto, pensando solo en lo que es bueno para él en ese momento.
Visualización positiva
Un exceso de positividad podría llevarnos a creer que solo por confiar en que vamos a ganar conseguiremos lograrlo, así que debemos aplicar la positividad en su justa medida, entendiéndola desde un punto de vista realista.
Si tienes por delante un torneo, ser demasiado pesimista afectará a tu estado de ánimo y a tu motivación, provocando que no des lo mejor de ti en cada mano. Por el contrario, un exceso de optimismo te puede llevar a confiarte y a tomar decisiones que no son las más adecuadas.
La clave está en aplicar bien la psicología y buscar el término medio. Sé positivo, confía en tus posibilidades de ganar, pero no por eso dejes de ser realista y de tener muy presentes todos los factores que influyen en una partida.
Es decir, confía en ti y en tus posibilidades, siempre y cuando tengas habilidades y conocimientos que puedan respaldar esa confianza.
Aprende a mentir
En el póker, el éxito o el fracaso viene determinado en muchas ocasiones por nuestra capacidad para engañar a nuestros rivales. Tenemos que jugar con su psicología, y para eso tenemos que convertirnos en buenos mentirosos. Dominar nuestras emociones y nuestros impulsos hasta tal punto que podamos mostrarnos de una forma totalmente diferente a cómo nos sentimos, como si fuéramos un actor o una actriz dando la interpretación de su vida.
Como ves, la psicología está muy ligada con el mundo del póker, así que no está de más que aprendas un poco sobre estos temas que hemos repasado contigo si quieres ser un mejor jugador.