Consejos sobre la limpieza de la piel del rostro

Tu cara es tu carta de presentación, por lo que debes tener una rutina de cuidado diario, para mantenerla en el mejor estado posible. Además, toma en cuenta que la piel del rostro está sometida directamente a las condiciones ambientales, por lo que requiere de una mayor protección.

Lo primero que debes tomar en cuenta es que cada tipo de piel tiene particularidades distintas, que debes atender, a fin de que se mantenga en perfectas condiciones. Para esto, es básico que hagas un tratamiento de limpieza correcto.

De esta manera, evitarás obstrucción de los poros, lo cual puede llevarte a presentar afecciones cutáneas o acelerar los signos del envejecimiento. Los mejores expertos en belleza, nos traen algunos consejos, para lograr una adecuada limpieza de la piel del rostro.

¿Qué características tiene la piel del rostro?

La piel es el tejido encargado de proteger al cuerpo de la acción de distintos factores ambientales. En particular, la de la cara es la más expuesta, debido a que no sueles utilizar vestimenta que la proteja, además de ser un poco más delgada que en otras zonas.

Esto hace que aumente su sensibilidad a la acción de los elementos, principalmente de los rayos solares. Por ejemplo, los rayos UVA penetran las capas más internas de la piel y aceleran el proceso de fotoenvejecimiento.

Para garantizar una adecuada protección, necesitas saber el tipo de piel que presentas y las necesidades particulares de esta:

• Las pieles grasas suelen producir mayor cantidad de sebo, lo cual puede llevar a que los poros se vean más brillantes y de mayor tamaño. Asimismo, debido a una mayor facilidad de obstrucción de los poros, son más susceptibles a afecciones como el acné.
• Cuando presentas una piel seca, si no hay una adecuada hidratación, puede llegar a tener un aspecto áspero y tirante.
• Hay quienes tienen una piel mixta, por lo que unas zonas del rostro muestran piel seca, mientras que en otras es grasa. En estos casos, se requieren cuidados especiales para cada área de la cara.

Consejos para limpiar correctamente la piel del rostro

La clave para mantener la piel de tu cara tersa y suave, es tener una rutina de belleza diaria, que incluye una adecuada limpieza. Con la eliminación de impurezas, evitas que el tejido epidérmico sufra daños y reduces la incidencia de afecciones cutáneas.

Los expertos recomiendan que siempre dejes el rostro totalmente limpio antes de acostarte y también en la mañana, antes de aplicar el maquillaje. Asimismo, como leemos en NoroesteMadrid, es imprescindible evitar la deshidratación, la cual acelera el deterioro de la piel.

Hay que seguir una serie de pasos, para asegurar la salud de la piel de tu cara, permitiendo que los poros se mantengan despejados:

Un correcto desmaquillado

La mayoría de las mujeres suelen aplicarse distintos productos de maquillaje, con la finalidad de resaltar sus mejores atributos o corregir pequeños defectos del rostro. No obstante, si no haces una limpieza adecuada, se genera taponamiento de los poros, lo cual lleva a presentar una piel poco cuidada.

Para evitar estos inconvenientes, lo primero es seleccionar el maquillaje adecuado para tu tipo de piel. Luego, cada noche debes eliminarlo de la siguiente forma:

• Inicia por los ojos, utilizando un disco de algodón con un producto especial para esta zona, ya que la piel es más delicada. Tienes que hacer mayor énfasis en el área de las pestañas y retirando completamente el delineador.
• Sigue con los labios, retirando completamente el lápiz labial con un algodón mojado en un poco de leche limpiadora.
• A continuación, aplica el producto para desmaquillar en todo el rostro. Tienes que ser más cuidadoso en el mentón, la frente y la nariz, debido a que son las áreas con mayor acumulación de sebo.

Haz el lavado de la cara

Esto es básico para eliminar cualquier resto de suciedad que haya quedado sobre la piel, así como la aparición de bacterias y la grasa acumulada. Para hacerlo, los expertos recomiendan lo siguiente:

• Lo más conveniente es lavar la cara con agua tibia, la cual ayudará a abrir los poros y despejarlos de cualquier partícula de grasa. El agua, cuando está muy fría o caliente, puede llegar a irritar la piel.
• Utiliza un jabón o gel facial neutro, siendo lo mejor que esté especialmente formulado para tu tipo de piel.
• Aplica el jabón limpiador con movimientos circulares por todas las zonas del rostro y aclara con abundante agua tibia.
• Si lo consideras necesario, puedes hacer un segundo lavado de la piel.
• Para secar, no debes frotar la cara. Toma una toalla suave y ve dando golpes muy suaves, hasta que elimines todo el exceso de humedad.

No te olvides de la exfoliación

La piel es un tejido que está en constante regeneración, por lo que va generando células muertas, las cuales van cayendo de manera natural. Sin embargo, algunas van quedando en la superficie del rostro y pueden producir irritación o la obstrucción de los poros.

Por tanto, conviene que cada cierto tiempo (los expertos recomiendan de una a dos veces semanales), hagas una exfoliación. Se aplican productos ligeramente abrasivos, que van eliminando las capas de células muertas y la suciedad profunda acumulada:

• Utiliza un producto especialmente formulado para el rostro, debido a que la piel es delicada y puede irritarse fácilmente si utilizas uno muy abrasivo.
• Aplica una pequeña cantidad sobre las mejillas, la nariz y la frente. Comienza a frotar, haciendo movimientos circulares, suavemente por toda la superficie.
• Una vez que hagas la aplicación, enjuaga con abundante agua fresca y tibia.

La hidratación es imprescindible

Algo que nunca debes olvidar en el cuidado de la piel, es que requiere una gran cantidad de agua, por lo que siempre debes usar cremas o tratamientos hidratantes. Esto va a contribuir a que se mantenga tersa, sin enrojecimientos y retarda o suaviza las arrugas.

La crema hidratante debe tener los ingredientes que contribuyan a mejorar la condición de tu tipo de piel. Para aplicarla, coloca un poco en la yema de tus dedos y espárcela por todo el rostro con suaves movimientos en círculo, dejando que actué por varios minutos.